Trastorno del Habla y Lenguaje

15.04.2018

El lenguaje es un acto social, resultado de la intervención de diversos factores, los estímulos del medio, la inteligencia del niño, y la afectividad o mundo emocional del niño (un niño no atendido o rechazado puede defenderse creando un mundo cerrado, de incomunicación). Sabemos que cada niño sigue su propio ritmo y así también lo hace en el lenguaje, pero hay una serie de signos que es conveniente observar pues alertan de que algo no marcha bien:

  • Que un bebé sea silencioso y no balbucee durante los primeros meses.

  • Que entre los 12 y 24 meses no comprenda órdenes sencillas (señalar con el dedo algo que se le nombra, negar con la cabeza, decir adiós con la mano,...) ni desarrolle una jerga (un habla) espontánea.

  • Que, alrededor de los 2 años, no pronuncie palabras parecidas a las del lenguaje establecido.

  • Que sobre los 3 años y medio, su habla no pueda ser entendida por personas que no forman parte de su núcleo familiar.

Si un niño de 2 años y medio no habla es importante discriminar sí: comprende el lenguaje (lo que se le dice), si hay alguna lesión neurológica sensorial (de la audición), motriz (el niño ha de poder "hacer" lo que oye) o cierto grado de déficit en los órganos de fonación, si cuenta con un nivel de inteligencia suficiente (lenguaje e inteligencia van muy unidos), si le rodea un ambiente adecuado (de buena estimulación), o existe algún problema de tipo psicológico que pueda estar influyendo en dicha adquisición (algún bloqueo emocional, como el nacimiento de un hermanito, por ejemplo). Si se observa alguno de estos puntos, será conveniente consultar al pediatra o especialista en cuestión (fonoaudiólogo, psicólogo).


Trastornos del Lenguaje


El RETRASO SIMPLE del lenguaje es un trastorno primario, que se da entre los tres y los cinco años, y consiste en un error en la programación y en la elección de sonidos que entran en la construcción de una palabra. A diferencia de la dislalia, aquí los fonemas cambiados no son siempre los mismos y se pueden repetir bien en forma aislada, o cambiar de una a otra repetición.
El TRASTORNO EXPRESIVO del lenguaje es un retraso en la expresión oral, con ausencia de palabras simples a los dos años y fracaso en el uso de frases sencillas, vocabulario limitado, frases cortas e inmaduras, errores sintácticos y falta de fluidez para ordenar las palabras temporalmente.
El RETRASO MIXTO del lenguaje o DISFASIA es un trastorno severo del lenguaje, tanto en la comprensión como en la producción del mismo (expresión poco fluida, distorsiones fonológicas y falta de gramática), cuyas causas no se explican por problemas sensoriales, intelectuales o neurológicos. Suele ir asociada a otros trastornos (atención dispersa, aislamiento, etc.).
La AFASIA es un trastorno del lenguaje, que compromete todos los canales de comunicación (comprensión, expresión, lectura y escritura), producido por alguna lesión o daño cerebral, después de que el individuo ya ha adquirido el lenguaje. Origina la pérdida de habilidades ya aprendidas y compromete el desarrollo posterior del lenguaje. Hay diferentes tipos de afasia según donde se localice la lesión cerebral.
Trastornos del Habla


La DISLALIA es un trastorno o alteración en la articulación del habla, específicamente de los fonemas o sonidos, bien sea porque se omiten algunos de ellos o porque se sustituyen por otros. Hay varios tipos de dislalia:

  • Evolutiva: Propia del desarrollo evolutivo del niño, se considera dentro de lo normal pues el niño está en proceso de adquisición del lenguaje y los errores se van corrigiendo progresivamente.

  • Funcional: No se encuentra causa física ni orgánica para las alteraciones de articulación. El niño con este tipo de dislalia puede cometer diferentes tipos de errores, de sustitución (sustituir un fonema por otro), de omisión (no pronunciarlo), de inversión (cambiarlo por el siguiente) y de distorsión (cambiarlo por uno distinto).

  • Audiógena: La alteración en la articulación de fonemas se produce por una deficiencia auditiva.

  • Orgánica: La causa puede estar en los órganos del habla (disglosias) o en algún tipo de lesión cerebral (disartrias).

La DISFEMIA, ESPASMOFEMIA o TARTAMUDEZ, es un trastorno en la fluidez normal del habla, que consiste en la repetición rápida, brusca o explosiva (clónica) de sonidos y/o sílabas o grupos de sílabas, provocando bloqueos o imposibilidad de emitir sonidos (tónica), al intentar pronunciar una palabra. Suele acompañarse de otros movimientos corporales (parpadeo, muecas, balanceo de brazos), que pretenden encontrar ayuda para superar el bloqueo verbal. Desaparece espontáneamente en la mayoría de los casos, pues responde a una tensión propia de entre los 2 y 5 años, edad en la que suele hacer su aparición. Conviene reaccionar sin inquietarse con el niño, sino darle confianza e intentar relajar su tensión. La actitud más correcta es ignorar el tartamudeo temprano del niño, pues cuanta más conciencia tenga éste de su tartamudez, es más fácil que el problema empeore. Se le debe hablar correctamente, con paciencia, sin terminar las frases que inicie y sin interrumpirle, además de favorecer un clima de tranquilidad y relajación, sin prisas, cuando se entable conversación con él. Si el tartamudeo es grave o no mejora, habrá que buscar la ayuda de algún especialista infantil.
El FARFULLEO es una alteración en la fluidez del habla, en la que el individuo se comunica verbalmente a gran velocidad y de manera impulsiva, articulando desordenada y atropelladamente las palabras. A veces se confunde con la tartamudez.
La DISFONIA es un trastorno o alteración en la emisión del tono o timbre de la voz, provocado por un funcionamiento prolongado que fatiga los músculos de la laringe o por un trastorno orgánico, y puede ser crónica o transitoria.

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